jueves, 25 de octubre de 2012

El candidato Acosta ofrece bono productivo

 Te recomendamos la siguiente entrevista del candidato de las izquierdad Alberto Acosta en Teleamazonas con María Josefa Coronel.

http://www.ecuadorenvivo.com/20121025100600/politica/el_candidato_acosta_ofrece_bono_productivo.html

Candidatura de Acosta, una oportunidad para ganar en conciencia revolucionaria





Por: Franklin Falconí Editor Quincenario Opción (tomado: www.ecuadorlibrered.tk)

Con la convocatoria a elecciones por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), la campaña más ideológica que hasta ahora haya tenido el país se inició. Y es que más allá del pragmatismo con el que muchos marketeros políticos sostienen que las ideologías no ganan votos, es evidente que en el escenario habrá dos corrientes fundamentales en disputa: la derecha y la izquierda, con la particularidad de que un sector de la derecha, el que está en el poder, se presenta como izquierda y habla de que en el país se vive una revolución, mientras que otro sector, el de la derecha tradicional, busca presentarse como renovadora, modernizada y prefiere no hablar de ideologías. Y en el extremo opuesto están las izquierdas, unificadas en la Coordinadora Plurinacional, que sostiene un auténtico proyecto político emancipador.

Por el lado del gobierno, su fortaleza mayor está en el dominio y utilización que hace de la institucionalidad del Estado, secuestrada a nombre de "revolución", y la presencia del caudillo Rafael Correa, sin el cual todo el proyecto político es imposible. Y es que para esta supuesta izquierda, todo comienza y termina en el Presidente, él es el paraguas bajo el que se cobijan una serie de pequeños grupos sociales creados para o logrados de la división a las organizaciones sociales históricas, y una inmensa cantidad de individuos con proyectos personales, que actúan cual buitres tras carroña en cada proceso electoral. Aunque por supuesto un importante sector acompaña al POR Fran klin Falcon í Presidente, porque aún cree que con él se camina hacia una revolución; y otro sector, el mayoritario, que se ha visto beneficiado de la política asistencialista, populista, del régimen, pero que es susceptible de irse por otras opciones que en un momento puedan presentarse como más beneficiosas.

La encuestadora oficial, Perfiles de Opinión, luego de darle alrededor del 56% de intención del voto al Presidente, argumenta que lo que le queda como reto para evitar una segunda vuelta que podría ser sumamente peligrosa, es recordarle a la gente la obra hecha, y lo más importante: mostrar qué más puede ofrecer su proyecto político. Algo que podría ponérsele complicado, considerando que las carreteras que cruzan todo el país no han logrado traer más alimento a la mesa de los ecuatorianos, ni generar más empleo, o reducir la delincuencia y el crimen organizado en el país.

En lo segundo es en donde se medirá, con hechos, si este gobierno es de derecha o de izquierda, es decir, si responde realmente a los intereses de los grandes empresarios y banqueros, o a los intereses de los trabajadores y pueblos. Recordemos que durante el gobierno de Correa las ganancias de los grandes empresarios se han duplicado, pasaron de 529 millones en 2006, a 1.830 millones en el 2010. Y de igual modo la banca, que de 239 millones de ganancia en el 2006 pasó a 393 millones en el 2011. La pregunta entonces es: ¿qué ofrecerá Correa ahora?, ¿seguir aumentando la ganancia de estos poderosos en perjuicio de millones de ecuatorianos pobres y de clase media? Un gobierno de izquierda toma el partido contrario, es decir hace lo que dice la canción de Quilapayún, "que la tortilla se vuelva: que los pobres coman pan, y los ricos mierda, mierda..."

La derecha "renovada" de Guillermo Lasso, aunque se tome descaradamente el discurso de la izquierda, como la libre elección de las carreras universitarias, o la no explotación del ITT, o el incremento del bono de desarrollo humano, o el respeto a las libertades democráticas, tiene el límite de su pasado (presente) de banquero y el trauma aún no superado del feriado bancario de Mahuad, que aún es fuerte entre los ecuatorianos, y que Correa utilizará con mayor intensidad para frenarlo cuando sea necesario, puesto que por ahora es muy útil que Lasso se siga posicionando como su contendor principal.

Las otras dos opciones de la derecha: Lucio Gutiérrez y Álvaro Noboa (si llega a inscribir su candidatura) son candidatos que han permanecido presentes en los últimos años y su tendencia ha ido en permanente caída. Ambos disputan un mismo electorado, el que además ha sido capitalizado en su mayoría por Correa en la última consulta popular. Y por otro lado, Perfiles de Opinión coloca a Alberto Acosta en cuarto lugar, por sobre Noboa y otras posibles candidaturas, que no llegan ni al 1%, como la de Montúfar o Paco Moncayo, y hasta de Fabricio Correa.

Con esto la de Acosta y la de Laso son las dos candidaturas que se vislumbran como las más opcionadas para disputarle a Correa en la segunda vuelta. Así lo deja entrever el análisis de esta empresa oficialista. En realidad, la de Acosta tiene todo el potencial de mostrarse como la candidatura renovadora, coherente con el proyecto político original que Correa traicionó. Que se construye sobre una legitimidad social ganada entre las organizaciones populares; que puede mostrarse antagónica, no a Correa de manera personal, sino al irrespeto a una Constitución aprobada con índices inéditos de respaldo popular, antagónica a la corrupción institucionalizada.

La candidatura de Acosta tiene la gran oportunidad de abrir un debate de calidad en el escenario político, puesto que ayudará a entender con más claridad a los ecuatorianos el auténtico camino al socialismo. Es decir, abre un escenario inédito para la conciencia de los ecuatorianos.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Los derechos de la naturaleza entre la propaganda y la realidad

madretierraPor: Alberto Acosta 


La relación sociedad Naturaleza, fracturada bajo las premisas extractivistas, desarrollistas y neoliberales, entró en crisis no solamente en el Ecuador sino en el mundo entero. En Ecuador dimos una primera respuesta con el reconocimiento constitucional -pionero a nivel mundial- de los Derechos de la Naturaleza, retomando las visiones de nuestras culturas indígenas sobre la Pachamama, de la que somos parte.

En coherencia con esa visión, los movimientos sociales defienden el agua de la contaminación minera y petrolera, defienden las semillas de la contaminación química, defienden los bosques y la Naturaleza de las diferentes formas de destrucción. Sin embargo, a pesar de que esa acción de protección de la Naturaleza está constitucionalmente garantizada, por esas mismas razones muchos compatriotas están siendo criminalizados por el gobierno del presidente Rafael Correa.

El balance de los últimos 4 años de vigencia de la Constitución deja muchos saldos negativas en materia de los Derechos de la Naturaleza: El arranque de la minería a gran escala, a pesar de la resistencia de las comunidades locales; el fomento a los agrotóxicos y a los monocultivos en la agricultura; la extensión de la frontera petrolera, incluso dentro del Yasuní, a pesar de declarar la no explotación como primera opción y otras medidas más, que no son menores, como la pretensión de introducirnos en el desarrollo nuclear y la introducción de transgénicos a pesar de las expresas prohibiciones constitucionales. A lo anterior cabría añadir, en una lista cada vez más larga de atropellos, los altos niveles de deforestación existentes en el país, la apuesta de socio bosque atado al mercado de carbono, la continuada destrucción de bosques, manglares y páramos.

El gobierno no solo que ha roto relaciones con los movimientos sociales, con las organizaciones indígenas, con las organizaciones ecologistas, sino que las criminaliza. Cualquier expresión en defensa de la Naturaleza, rehuyendo el debate, la califica de “ecologismo infantil” o de simple novelería, como lo hizo con la prohibición de cultivos transgénicos en la Constitución. En estas condiciones, ¿cómo puede este gobierno erguirse como el adalid de los Derechos de la Naturaleza en el mundo?

En la antesala de la campaña electoral el gobierno organiza encuentros para refrescar su barniz ambientalista y así mantener una imagen internacional que oculta la verdadera realidad casa adentro. La realidad dista mucho de la propaganda oficial. En realidad, más allá de los discursos y pronunciamientos de relumbrón gubernamentales, en el Ecuador hay una clara disputa por una legitimidad sobre los temas ambientales, que fueron justamente una de las razones para el distanciamiento con los movimientos sociales y los partidos de las izquierdas.

Las propuestas que guiarán el programa de gobierno de la Unidad Plurinacional son:

– Hacer de los Derechos de la Naturaleza, establecidos en la Constitución de Montecristi, la base para la realización del sumak kawsay o buen vivir, que se sustenta en relaciones armónicas entre los seres humanos y de estos con la Naturaleza.

– Promover la restauración de los ecosistemas, de los suelos empobrecidos, de las aguas contaminadas, de tal manera que el sumak kawsay sea posible tanto a nivel rural como urbano.

– Exigir la reparación integral y la restauración de la Naturaleza a las empresas nacionales y extranjeras, que se han enriquecido a costa de la destrucción de la Naturaleza; impidiendo la repetición de hechos similares.

– Desarrollar programas para asistir a los pequeños productores, artesanos y trabajadores del campo y la ciudad para que tengan condiciones de vida y trabajo saludables para si mismos y para la Naturaleza.

– Promover los emprendimientos públicos y privados que permitan desarrollar tecnologías limpias, la inventiva y la creatividad, para mejorar las condiciones de vida en armonía con la Naturaleza.

– Favorecer los proyectos e infraestructuras descentralizados, de pequeña escala, de bajo impacto, de carácter comunitario, participativos que permitan la generación de bienestar desde los niveles locales restableciendo las relaciones armónicas con la Naturaleza.

– Promover el respeto a la Naturaleza y a sus derechos, resaltando el hecho de que los principales beneficiarios de los mismos, son los y las jóvenes, los niños, las niñas y las futuras generaciones.

– Respetar la Constitución de Montecristi que señala diversas prohibiciones y restricciones para garantizar los derechos de la Naturaleza, entre ellas, la prohibición de introducir transgénicos y contaminantes orgánicos persistentes, de desechos tóxicos, así como las actividades extractivas en áreas protegidas.

– Auditar todos los contratos mineros y megaproyectos que no han sido previamente consultados con las comunidades afectadas, tal y como manda nuestra Constitución, revirtiéndose todos aquellos que se consideren improcedentes en dicha auditoría.

– Promover una amnistía a todos los criminalizados por la defensa de la Naturaleza, y abrir espacios de diálogo y participación para discutir y resolver los conflictos ambientales desatados en todo el país, en un ambiente de paz y no de confrontación.

– Impulsar decididamente, como parte de nuestra política internacional, la Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza y un Tribunal Internacional Ambiental para sancionar los delitos ambientales, considerando que el Ecuador es el primer país que ha constitucionalizado dichos derechos. En consecuencia propugnaremos activa y coherentemente la universalidad de los Derechos de la Naturaleza.

Por supuesto superaremos las evasivas e incoherencias del gobierno del presidente Correa en relación a la Iniciativa Yasunií-ITT, que han impedido su cristalización. Impulsaremos decididamente dicha iniciativa, al tiempo que nos comprometemos a la no explotación del petróleo en el Yasuní.

SOBRE LAS ELECCIONES EN GALICIA Y EL PAÍS VASCO

(tomado de www.pceml.info)

El adelanto electoral consecutivo en las tres comunidades históricas: País Vasco, Galicia y Cataluña, sorprendió. Y, sin embargo era previsible. Los tres gobiernos compartían, con matices secundarios, idéntica política neoliberal, reaccionaria y antipopular (la cumbre autonómica de octubre ha sido la última ocasión en la que mostraron su disposición a reducir el déficit público y por tanto continuar con los recortes); los tres compartían  adhesión a la Europa del Capital y de la Guerra. Las formaciones políticas que sustentan los ejecutivos en las tres comunidades pactaron en su día la denominada España de las autonomías que negaba el derecho de autodeterminación y configuraba una estructura administrativa que ha consolidado una nutrida red de caciques y alimentado la corrupción política que se ha enseñoreado de nuestro país, continuando la tradición franquista.
Con estos antecedentes, quedaba claro que la oligarquía nacionalista (en este término incluimos también a la más peligrosa de todas, la españolista, íntimamente ligada al franquismo de cuya ideología se sustenta) forzó el adelanto electoral (en el caso de Cataluña, cuando apenas lleva la mitad de la legislatura) con objeto de frenar su desgaste y  ganar “legitimidad” para aplicar nuevos planes de ajuste que se anuncian aún más duros que los anteriores.
Habrá que esperar a noviembre para ver qué ocurre en Cataluña, pero el resultado en las elecciones de ayer en el País Vasco y Galicia adelanta cambios importantes, sobre los que la mayoría de los dóciles medios de comunicación pasan de puntillas para centrarse en los tópicos al uso. La edición del 22 de octubre de El País puede servir de resumen de esas conclusiones: “Rajoy respira gracias al triunfo de Alberto Feijoo en Galicia”;  en el País Vasco, “las urnas  dibujan un Parlamento autonómico más nacionalista, pero sobre todo más radical”… Y, sin embargo, insistimos, el resultado de las elecciones merece un análisis distinto.
En el País Vasco, la suma de PNV y EH-Bildu, da al nacionalismo 48 diputados, cerca del 75%  del total; a su vez, es innegable el hundimiento del PSOE y la caída (menor) del PP; Izquierda Unida, dividida como suele ocurrir en esa formación, por razones de “liderazgo interno”, ha desaparecido del Parlamento. Hasta aquí los datos, pero a ellos hay que añadir que el PNV ha perdido tanto escaños como votos respecto a las últimas elecciones de 2.009. Por otra parte, no es la primera vez que el nacionalismo obtiene dos tercios de los escaños en el País Vasco; los analistas sin embargo, pasan de puntillas sobre la razón de que resalte tanto la fuerza del nacionalismo, al comparar los datos con las elecciones de 2.009. Y es bien simple: entonces se impidió la participación de las candidaturas de la izquierda abertzale, una parte de cuyos votos fue a parar de forma fraudulenta a otras formaciones (su llamada a votar nulo fue seguida por el 8,8% del electorado, más de 100.000 votantes).
Se impone una primera conclusión: estas elecciones únicamente han confirmado el peso real que la izquierda nacionalista tiene en el País Vasco, lo que sin duda es una buena noticia, por cuanto supone el rechazo explícito de los ciudadanos a la política represiva y reaccionaria de las fuerzas españolistas y a las políticas neoliberales y reaccionarias tanto del PSOE como del PP. El caso es que el PNV necesita apoyos de legislatura o puntuales para gobernar. Y únicamente puede obtenerlos del PSOE, lo que vendría a suponer su suicidio político, o de EH-Bildu.
Llegados a este punto, conviene no olvidar que a pesar de su carácter más “razonable” y “dialogante”, el PNV es una organización que representa los intereses de la oligarquía en el País Vasco y, coherente con su esencia de clase, apoyó alternativamente a gobiernos tanto del PSOE como del PP en minoría. Los tiempos han cambiado, desde luego, y sus dirigentes pueden estar tentados de seguir los pasos de CIU y forzar la máquina hacia la soberanía; pero habrá que ver si mantiene su posición en el caso de que sus intereses de clase entren en contradicción con esa opción “nacional”. La responsabilidad con las clases populares, pasa en cualquier caso, al campo de EH-Bildu.
Y el resultado de estas elecciones va a forzar a partir de ahora el desarrollo de las contradicciones internas en esta coalición en la que parece dominar un sector reticente a unir esfuerzos con el movimiento popular que se desarrolla en el resto del estado, que  hace del soberanismo el eje central de su alternativa y coherentemente con ello, ve en el PNV su aliado natural: ‘Los abertzales seremos dos tercios esta legislatura… Nosotros, los soberanistas, nos hemos comprometido a hacer una Euskal Herria libre en Europa‘… Es hora de empezar a pensar como país y de parar las órdenes que llegan de Madridese camino no tiene marcha atrás”. Estas eran algunas de las declaraciones de Laura Mintegi tras conocer los resultados. La cabeza electoral de EH Bildu,  señalaba también que el PNV está en una posición “cómoda” para gobernar con acuerdos puntuales y que la coalición abertzale está dispuesta a llegar a acuerdos con el PNV “para hacer más país”.
Ayer quedó meridianamente clara la apuesta del pueblo vasco contra la política que se impone en la España monárquica, los próximos meses van a facilitar la comprensión de una cuestión cardinal para su futuro: los aliados para solventar los problemas tanto sociales como políticos, no se encuentran entre quienes defienden los intereses de la minoría explotadora, lo hagan amparados en el disfraz del soberanismo, o no. O lo que es igual, sin la unidad de todos los trabajadores y los pueblos de España con el objetivo central de superar el régimen del franquismo coronado, el problema nacional seguirá sin solución.
Con todo, es en Galicia, donde el resultado electoral ha sido más sorprendente, siendo igualmente esperanzador. Todos los medios de comunicación resaltan la ampliación de la mayoría de Alberto Feijoo (que bien se cuidó de hacer su campaña electoral separado de Rajoy). Pero el triunfo del PP tiene sus partes oscuras: ha perdido 135.000 votos respecto a la última cita electoral; lo que prueba que la victoria ha venido dada por el hundimiento del PSOE, del BNG y el crecimiento de la abstención (a la que hay que sumar nada menos que un 2,55% de votos nulos y un 2,69% en blanco). Sólo así ha revalidado su pírrica mayoría absoluta.*(1)
Lo que es motivo de alegría es el surgimiento contra todos los pronósticos, de una nueva fuerza política, Alternativa Galega de Esquerda que ha obtenido nueve diputados. Esta coalición ha recogido el voto del pueblo trabajador más consciente: su crecimiento es particularmente espectacular en las zonas obreras de A Coruña (es la segunda fuerza entre otras en las ciudades de A Coruña, Santiago y Ferrol) y Pontevedra; y prueba que es posible (y cada vez más necesario) avanzar hacia la superación de las contradicciones secundarias que dividen a las fuerzas de izquierda, para avanzar hacia la construcción de un bloque popular contra el bloque oligárquico.
Su constitución precipìtada (hace un mes que surgió), no ha permitido que se desarrollen del todo alguno de los elementos clave en el programa que pueden garantizar la fuerza del movimiento popular; siguen vigentes también algunas contradicciones internas importantes en ANOVA, la formación nacionalista que encabeza Beiras, *(2) entre quienes se resisten a profundizar la unidad con otras fuerzas populares no independentistas, y en el seno de Izquierda Unida, entre quienes  defienden las tesis del aparato reformista de la coalición y los nuevos sectores que toman posición de forma clara por la unidad de la izquierda en torno a un bloque popular  republicano que se enfrente con el régimen cuya superación es la única garantía de avance para los pueblos de España.
Entre estos últimos, figura el compañero Juan Fajardo, cabeza de lista de AGE en Pontevedra y dirigente sindical. Contra él y otros cuadros sindicales se desató hace unos meses la represión del aparato oficialista de CCOO, en un intento de acabar con el núcleo de dirección consecuente y de clase. Su elección y el triunfo de AGE son una buena noticia que apunta en el sentido en el que deben desarrollarse los esfuerzos de la izquierda en el futuro.
Veremos qué ocurre en Cataluña: allí, la posible participación de la coalición Socialistas y Republicanos por la circunscripción de Barcelona y Tarragona, con un programa republicano y de ruptura (en una decisión antidemocrática impuesta a última hora, se les ha obligado a recoger firmas para avalar las candidaturas), es una buena noticia que puede animar el debate; pero en general, el descrédito de las políticas de CIU no va acompañado por la presencia de una referencia consecuente y suficientemente conocida para ser capaz de aglutinar la rabia popular, por lo que es probable que CIU logre su objetivo de revalidar la mayoría absoluta.
En cualquier caso, empieza a cambiar la tendencia y poco a poco crece la organización del campo de la izquierda dispuesta a romper con el régimen.
Eso en sí, es la mejor de las noticias.
Madrid, 22 de octubre de 2012
Secretariado del CC del PCE (m-l)
______________
Notas:
*(1).- Resulta vergonzoso ver los malabarismos de la prensa oficial para ocultar la pérdida de votos del PP e identificar el voto a AGE, con una coalición de sectores  nacionalistas en torno a Beiras.
*(2).- Este dirigente nacionalista de izquierdas ha manifestado públicamente que las instituciones no son “eternas”, que “los cambios históricos” se producen y que “estamos en un proceso de descomposición de este régimen, la segunda restauración borbónica, que cada vez es más patente”.

Construir el partido al calor de la lucha de clases

(tomado de http://www.pcmle.org/EM)

La existencia de un partido numeroso y de alta calidad es condición indispensable para el triunfo de la revolución social del proletariado.

Contar con un partido grande y calificado es una tarea que nos hemos impuesto los marxista leninistas ecuatorianos. No es solo nuestra aspiración, sobre todo es una necesidad básica para el triunfo de la revolución.
En el análisis de los factores o condiciones indispensables para que una revolución social pueda resultar triunfante, la existencia de un partido marxista leninista -lo suficientemente desarrollado en todos los aspectos, que le permitan dirigir la lucha de las masas hacia los objetivos de la toma del poder y la construcción del socialismo- destaca como elemento irremplazable.
Por ello, y por el compromiso que el PCMLE tiene con el triunfo de la revolución ecuatoriana, trabajamos para que nuestra organización se desarrolle en todos los aspectos y, de esta manera, la clase obrera cuente con el instrumento político que le lleve hacia la liberación social.
Y hablamos de desarrollo en todos los aspectos, puesto que el partido del proletariado debe ser mirado y entendido multilateralmente, es decir, en sus aspectos cuantitativos y cualitativos.
La teoría leninista sobre el partido, al referirse a la construcción del mismo no restringe ese concepto exclusivamente al reclutamiento de nuevos militantes; la construcción es un hecho integral, una acción que topa aristas de índole ideológico, político y organizativo. En otras palabras, cuando hablamos de la construcción de la vanguardia revolucionaria actuamos o tomamos medidas para que esos aspectos se desarrollen en calidad y en cantidad, según el caso.
Ahora está en curso una campaña de reclutamiento a nuestras filas: queremos ser más, necesitamos ser más. Sin embargo, este importante trabajo tiene implicaciones diversas porque demanda, por ejemplo, crear las condiciones políticas o el escenario concreto que facilite este trabajo. ¿Cuál es ese escenario? El accionar político de las masas y la lucha de éstas por sus derechos y reivindicaciones.
Con frecuencia, al interior de nuestras filas se señala que no es posible construir el partido en frío, sino que debe hacérselo al calor de la lucha de las masas, lo que es completamente cierto. Pero, sin duda alguna, no es posible tener al pueblo todos los días en acciones callejeras, en paros o huelgas, de manera que ese señalamiento debe ser adecuadamente entendido. La lucha de las masas tiene niveles y características que responden a condiciones específicas.
La presión en torno a un pliego de peticiones, la resistencia a una medida del gobierno, la confrontación a posiciones políticas reaccionarias de la derecha y el imperialismo, la participación electoral, etc. son formas de hacer acción política y de enfrentamiento a los enemigos del pueblo. Ser partícipes de esas acciones es fundamental para encontrar a los sectores más avanzados de las masas, a los más destacados, a los que tienen las condiciones básicas para asumir la militancia comunista. Pero el ser partícipe no significa que debamos “esperar” que esas manifestaciones se produzcan fuera de nuestro quehacer, que por cierto hay muchas de ellas que así se producen, sino que en cada uno de nuestros sectores de trabajo debemos agitarlas, provocarlas, organizarlas. Solo así estamos creando el escenario propicio para nuestro crecimiento.
El partido crece en la lucha, pero crece también si sus militantes tienen la capacidad suficiente para persuadir a los trabajadores y a la juventud de que la política que pregonamos es correcta e indispensable para conquistar la liberación social y nacional. Esto nos pone por delante otro elemento: necesitamos militantes lo suficientemente instruidos en la teoría general (el marxismo) y en la política de nuestro partido (marxismo aplicado a la realidad concreta) para ganar a las masas a las posiciones revolucionarias.
Recapitulando podemos decir que nos proponemos crecer, para lograrlo necesitamos generar un escenario propicio en el que pueda florecer y crecer la acción y la lucha política de las masas, y necesitamos militantes con capacidad teórica y política que puedan dirigir ese accionar político y convencer a las masas de la necesidad de la revolución.
No son todo los aspectos que implica el trabajo de construcción del partido, pero posiblemente los más sobresalientes.
“Nos proponemos crecer, para lograrlo necesitamos generar un escenario propicio en el que pueda florecer y crecer la acción y la lucha política de las masas, y necesitamos militantes con capacidad teórica y política que puedan dirigir ese accionar político y convencer a las masas de la necesidad de la revolución”.

Un Socialismo siglo XXI con más de 100 años de existencia

(Tomado de www.revistarupturas.blogspot.com)


El socialismo del siglo XXI es un concepto que aparece en la escena mundial en 1996, a través del sociólogo y analista político alemán Heinz Dieterich. El término adquirió difusión mundial a partir de que el presidente Hugo Chávez lo mencionara durante un discurso en el V Foro Social Mundial, el 30 de enero de 2005.

Según su obra Socialismo del Siglo XXI,  Dieterich determina un modelo de Estado que se inspira en la filosofía y la economía marxista, y que se sustenta sobre cuatro pilares: el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y las organizaciones de base. 

Dieterich descubrió la aplicación práctica de sus teorías en la Venezuela chavista, gobierno del que fue asesor hasta 2007, momento en que cayó en desgracia para el régimen. A pesar de que varios gobiernos latinoamericanos mantienen como definición ideológica el socialismo del siglo XXI, tanto para bien como para mal, todos ellos han hecho renuncia de la mayoría de las tesis teóricas esbozadas por el pensador alemán.

A mediados del 2006, el presidente Chávez expresaba públicamente: «Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad». Y con notable indefinición sobre su hoja de ruta proseguía: «debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día».

Más tarde, el 8 de enero de 2007, Chávez le diría a la jerarquía eclesiástica venezolana durante el acto de juramentación de una recomposición de su gabinete: “Les recomiendo a los obispos que lean a Marx, a Lenin, que vayan a buscar la Biblia para que vean el socialismo en sus líneas, en el viejo y nuevo testamento, en el sermón de la montaña”. Este mismo día Chávez se definió también como trotskista e identificó al socialismo del siglo XXI como una doctrina que posee elementos ideológicos tan variados como el marxismo-leninismo, el trotskismo y el socialismo cristiano.

Para Chávez, el primer elemento sobre el que se articula el socialismo del siglo XXI es su vinculación con la práctica política que tuvo sus orígenes en la década de los 80 con el diseño de lo que vinieron a llamar el “árbol de las tres raíces”: raíz bolivariana –planteamiento afrancesado sobre la igualdad y la libertad, combinado con la visión regional de integración latinoamericana-; raíz zamorana –basada sobre la figura de Ezequiel Zamora, espíritu romántico de los liberales de su tiempo y combinado con fuerte reivindicación de reforma agraria-; y raíz robinsoniana –basada en la figura de Simón Rodríguez, tutor de Bolívar y uno de los precursores de la educación popular en América Latina-. El tronco de este “árbol de las tres raíces”, a su vez impregnado de marxismo, es el pilar sobre el que se sustentó inicialmente la ideología del proceso bolivariano y el socialismo del siglo XXI en Venezuela.

En medio de semejante “tutti frutti” ideológico, el presidente Chávez afirmaba que el primer socialista de la historia de la humanidad fue Cristo, y que por lo tanto el socialismo del siglo XXI debe nutrirse de las corrientes más auténticas del cristianismo. 

Bajo el discurso del socialismo del siglo XXI, a Chávez le siguieron Evo Morales en Bolivia (enero del 2006) y Rafael Correa en Ecuador (enero del 2007).

Pero más allá del debate filosófico sobre la religión, hay varios elementos que marcan la diferencia entre el socialismo del siglo XXI y las diversas alternativas revolucionarias que se han ido construyendo a lo largo de la historia.

Remontándonos al pasado

Tras la muerte de Friedrich Engels (1895), el alemán Eduard Bernstein, considerado como el padre del revisionismo y uno de los fundadores de la socialdemocracia, plantearía entre otras cuestiones que el socialismo no se construiría como consecuencia de la toma del poder por parte de fuerzas revolucionarias, sino fruto de la acumulación de pequeños cambios producidos por la acción social dentro de los límites establecidos por las necesidades mismas del desarrollo económico. Bernstein entendía como fundamental combinar y armonizar las ventajas de una economía capitalista, prestando especial atención a las fuerzas productivas que el capitalismo genera, sin cuestionar la propiedad privada de los medios de producción, aunque sí contemplando una necesaria regulación estatal del mercado y la economía.

Si observamos las políticas propugnadas por los llamados gobiernos “revolucionarios” de Venezuela, Bolivia o Ecuador, podremos comprobar que en ningún momento dichos gobiernos han cuestionado al capitalismo, sino más bien se ha procedido a mejorar las condiciones económicas de los sectores más debilitados a través de fuertes programas asistenciales e incrementos salariales superiores a los desarrollados en la época neoliberal. 

De igual manera, tras el neoliberalismo que dejó al Estado reducido a su mínima expresión, los gobiernos del socialismo del siglo XXI reconstruyeron dicho Estado,  incrementando notablemente su intervención sobre el mercado y convirtiéndolo en eje motor de sus respectivas economías nacionales. 

El presidente Correa resumía muy bien esta cuestión en referencia a su gestión: “básicamente estamos haciendo mejor las cosas con el mismo modelo de acumulación, antes que cambiarlo, porque no es nuestro deseo perjudicar a los ricos, pero sí es nuestra intención tener una sociedad más justa y equitativa” (El Telégrafo, 15/01/12).

Para Bernstein, las instituciones políticas creadas por el liberalismo eran un avance fundamental de la humanidad y los socialistas lo que debían hacer era mejorar dichas instituciones en lugar de cuestionarlas. El viejo socialdemócrata consideraba fundamental la permanencia del sistema parlamentario de representación, lo que en la práctica significó en Europa la imposibilidad de desarrollar políticas dirigidas a la consagración de la democracia participativa, radical y directa, hoy tan demandada por los movimientos contestatarios a la crisis actual.

A ese respecto, los gobiernos del llamado socialismo del siglo XXI –especialmente Bolivia y Ecuador- no han buscado fortalecer los niveles de autonomía, organización y participación de la sociedad en la toma de decisiones, como tampoco han desarrollado políticas de resignificación social de sus instituciones. En lugar de eso, estos gobiernos se han caracterizado por intentar controlar a través de políticas clientelares a las organizaciones sociales, anulando su anterior capacidad de movilización –por considerarla un factor de desestabilización política- y criminalizando la protesta social.

En contraposición, basta ver cómo el partido de gobierno en Ecuador procesa como metodología de selección para sus candidatos a legisladores ante el próximo comicio electoral, un mecanismo que combina la popularidad con los niveles de lealtad hacia su líder, ignorando procesos democráticos internos que pudieran contemplar mecanismos de primarias u otros por los cuales participe el conjunto de la sociedad.

De igual manera, la búsqueda del estado del bienestar por la socialdemocracia europea es confundida por los gobiernos del socialismo del siglo XXI con los objetivos plasmados en las Constituciones de Bolivia y Ecuador sobre la búsqueda del Buen Vivir (suma qamaña en Bolivia o sumak kawsay en Ecuador), ignorando así que el concepto del Buen Vivir nace en la periferia social de la periferia mundial carente de los elementos engañosos del desarrollo convencional que ha conocido el mundo industrializado.

En resumen, el llamado socialismo del siglo XXI no pone en cuestión ni la economía de mercado, ni la propiedad de los bienes de producción, ni tampoco el sistema de precios, con lo cual carece de elementos nuevos que merezcan destacarse, quedando lejos de la fórmula planteada por el marxismo de Mariátegui en la cual indicaba que “tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano”.

Es desde esos parecidos con la socialdemocracia europea desde donde se puede entender que los procesos latinoamericanos que se denominan a sí mismos como los más radicales, generen incongruencias en el ámbito del sector financiero privado como las siguientes:

En Venezuela, la Superintendencia de las instituciones del Sector Bancario (Sudeban) ha definido el pasado mes de abril a este período como “el mejor momento en su historia”, haciendo referencia a la situación actual de la banca. La Sudeban calificó con 71,67 puntos la salud de su sistema bancario, aplicando el método internacional de evaluación Camel, el cual toma en cuenta aspectos como: suficiencia patrimonial, calidad de activos, gestión administrativa, liquidez y rentabilidad. Así, los primeros siete bancos privados en ganancias, para abril de 2012, obtuvieron unos resultados netos de 4.951 millones de bolívares. Según fuentes oficiales, en julio del 2011 la banca privada había ganado ya un  81,7% más que en el mismo período del año anterior, pasando de 498,5 millones de dólares a mediados de 2010 a 846,2 millones doce meses después, todo ello a pesar de que la economía se había contraído un 7,1%.

En Bolivia, según datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi) se revela que las utilidades que obtuvieron las entidades pertenecientes al sistema financiero a junio del 2011 fueron de 176,2 millones de dólares, superando en 7,88% las obtenidas por este sector durante toda la gestión 2010. Son 21 grupos corporativos, empresariales y de inversiones los propietarios de todo el sistema bancario boliviano.

En Ecuador, el crecimiento acumulado del sector bancario privado fue durante los tres primeros años de gobierno de Correa (2007-2009) un 70% superior al de los gobiernos  neoliberales anteriores en el mismo período. En 2010 el sector bancario privado alcanzó un 15,4% de utilidades más que en el ejercicio 2009, y en 2011 un 52%  más que en el ejercicio 2010, aproximándose sus utilidades a 500 millones de dólares.

Y similares incongruencias encontramos respecto al sector económico privado:

En Venezuela, el mismo presidente Chávez declaró el pasado 18 de mayo que el crecimiento del sector privado está por encima del público. Pero no solo es el sector privado el que más crece, sino que si consideramos el excedente de explotación venezolano, concepto que comprende los pagos a la propiedad (intereses, regalías y utilidades) y las remuneraciones a los empresarios, así como los pagos a la mano de obra no asalariada, veremos que este pasó de 49,02% en 1999 a 61,30% en el 2010. Es decir, los 400 mil empresarios existentes en Venezuela se llevan la mayor parte de la tarta, por encima del trozo que les corresponde a los 14 millones de trabajadores asalariados existentes (sumados trabajadores formales e informales).  Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Venezuela y a pesar de las mejoras respecto al índice Gini en el país, tras más de una década de gobierno “revolucionario”, el 20% de los hogares con mayores ingresos económicos devenga el 45,56% del ingreso total, mientras el 40% de los hogares más pobres apenas se apropia del 15,1% del ingreso.

En Bolivia, hasta noviembre del 2011, las recaudaciones  fiscales lograban un record histórico. Según el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, el ingreso tributario más importante es el Impuesto a las Utilidades Empresariales (IUE), que representa el 24% del total de las recaudaciones impositivas. Dicho monto significa que prácticamente un cuarto de los ingresos de impuestos que recibe el Tesoro está generado por las utilidades proporcionadas por el sector privado. Arce se congratulaba de dicha situación indicando que “le está yendo muy bien al sector privado, porque están pagando grandes cantidades por el Impuesto a las Utilidades Empresariales. Y nos alegramos que les vaya bien a los empresarios privados, porque mientras sigan contribuyendo (…) a las recaudaciones tributarias, el país seguirá teniendo estos récords de recaudaciones impositivas”.

En Ecuador, tras más de cinco años de gobierno de la revolución ciudadana, 62 grupos económicos concentran el 41% del PIB, teniendo el sector privado un beneficio superior al 54% del que obtuvo durante los mismos períodos de gobiernos inmediatamente anteriores a Correa, los cuales eran de perfil neoliberal.

En resumen, el llamado socialismo del siglo XXI, carente como se puede ver del histórico concepto de lucha de clases, ha permitido que en sus respectivos países los sectores excluidos de la sociedad nunca estuvieran menos mal, y que sus grupos económicos poderosos nunca estuvieran mejor. Algo muy parecido al rol desarrollado en Europa por la socialdemocracia durante la segunda mitad del siglo pasado.

sábado, 20 de octubre de 2012

RESOLUCION POLÍTICA DEL XVII PLENO DEL CC DEL PCMLV.

1-SOBRE EL PROCESO ELECTORAL DE VENEZUELA.



La campaña presidencial va llegando a su fin, haciéndose cada día más evidentes las intenciones de la burguesía más radical: Culminar el plan que no pudieron completar en abril de 2002 cuando el pueblo logró activar mecanismos que le permitieron a Chávez retornar al gobierno 47 horas después de ser defenestrado por un golpe reaccionario del alto mando militar y FEDECAMARAS.


Los objetivos de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y de su candidato Capriles Radonsky expresan los intereses de clase de la burguesía nativa y del imperialismo que hacen público por medio de su programa, que de forma maquillada pretende repetir el caso español, donde el Partido Popular engañó al pueblo con una campaña demagógica populista, pero una vez en el gobierno, comenzó a aplicar un plan neoliberal y anti popular.

La conformación de la alianza derechista (MUD) no es homogénea, se encuentran en ella organizaciones de extrema derecha como la dirigida por el agente de la CIA Ricardo Koesling vinculado al paramilitarismo y a acciones terroristas, Primero Justicia como grupo dominante se nutre de sectores de la burguesía importadora, financiera y comerciante, ambas organizaciones con ideología fascista, AD y COPEI partidos socialdemócrata y socialcristiano respectivamente, derechistas, en declive, con dependencia histórica de los EEUU y los recursos del gobierno.

Los saltimbanquis De Lima, Ojeda y Escarrá que expresan elementos oportunistas de derecha, dispuestos a negociar por dinero o cargos, para seguir en la palestra política, huyen de la debacle de la candidatura de Capriles. Otros actores menores, antes de izquierda, son Bandera Roja y Pablo Medina que provienen del revisionismo oportunista y hoy están a sueldo de la derecha.

Tal composición permite inferir, no sólo la naturaleza de esta candidatura y su organización, las posibles medidas de gobierno, sino, lo que es muy importante, los escenarios que pueden hacerse realidad antes, durante y después de las elecciones.

Las acciones planificadas por la derecha tiene como fin retornar al gobierno, y como efecto colateral agudizar la confrontación, por lo que es previsible un mayor nivel de radicalización, que no descarta los asesinatos y altos niveles de violencia provocados por la derecha, que seguramente tendrá como respuesta la movilización popular.


Son evidentes las intenciones de la derecha de iniciar un nuevo ciclo de acciones de sabotaje, que incluyen la utilización de la violencia paramilitar y los llamados a sectores militares, antes del 7 de octubre la meta de la derecha es acortar la brecha electoral con Chávez, crear la sensación de su triunfo y preparar las condiciones para luego denunciar la existencia de fraude los días 7 y 8, tratando de promover la intervención de la OEA; por medio de movilizaciones de calle, en un plan de agitación y tal vez acciones de terrorismo con el fin de crear las condiciones de un escándalo internacional tratando de dejar un gobierno deslegitimado.

El acaparamiento de productos y el boicot empresarial a la producción estimulando conflictos, son parte de esa campaña que persigue crear malestar en la población, que se ve afectada por la pérdida de mercancías de los anaqueles, aumento de precios, e inflación, lo que aunado al sabotaje eléctrico y de otros servicios públicos van siendo una rutina que afecta a las mayorías y da pie a protestas y reclamos contra el gobierno, donde los trabajadores son provocados, para profundizar su descontento.

El triunfo de Chávez en estas elecciones y su permanencia en el gobierno significan un paso importante para seguir avanzando y fortaleciendo los espacios revolucionarios, pero es necesario estar conscientes de que la burguesía no se quedará de brazos cruzados después de las elecciones, seguirá impulsando acciones para echar por tierra las conquistas de los trabajadores, por tal razón es necesario combatir las ilusiones reformistas que exponen que es posible la revolución socialista sin destruir el Estado burgués, requerimos ser consecuentes con los principios marxista leninistas y avanzar con la fuerza de los obreros y campesinos unidos hacia la revolución socialista.

Como siempre, se desarrolla la lucha de clases también a lo interno del frente electoral llamado Gran Polo Patriótico, Los sectores pequeño burgueses y reformistas intentan aprovechar el momento para sacar los mejores resultados, intentan desplazar definitivamente las posiciones revolucionarias del actual proceso, intentan arrullar al proletariado y dormirlo con la promesa de lograr revolución sin destrucción del Estado burgués para así evitar su acción transformadora.

Es previsible que la lucha de clases se agudizará en nuestro país, que la confrontación de la burguesía, por un lado, contra la clase obrera y el campesinado por otro se profundice, mientras los reformistas juegan a un equilibrio, para mantener un clima bueno para sus negocios, pero la clase obrera está cada día más clara que solo organizada, bajo la conducción marxista leninista, podrá alcanzar el triunfo sobre la burguesía y el imperialismo mas allá de las elecciones.

Ante esta situacion una de nuestras labores importantes después del 7 de octubre se debe centrar en propiciar la unidad de los verdaderos revolucionarios, la organización popular y la exigencia de mano dura contra la derecha conspiradora, avanzar en la nacionalización de las empresas, y expropiación de terratenientes, dotación de tierras a colectivos campesinos, tecnificación del campo e industrialización, la planificación centralizada y el control obrero de la producción, acompañado de medidas más contundentes en el ámbito de la seguridad ciudadana.

En este sentido el partido marxista leninista hace un llamado a profundizar la acción y organización revolucionaria en el seno de las masas. A los trabajadores alertamos sobre las intenciones de la burguesía de desarrollar una agenda de violencia y ataque contra espacios revolucionarios. La unidad revolucionaria de los obreros y campesinos debe hacerse manifiesta para transformarse en una fuerza que permita profundizar la acción revolucionaria para avanzar de manera decisiva hacia la revolución socialista.

Fortalezas aparentes, J. Romero

(tomado de la página web: http://www.pceml.info)

El 15 de Septiembre, recién iniciado el curso político, una marea humana venida de toda España tomaba de nuevo las calles madrileñas para manifestar su rechazo a los recortes impuestos por el gobierno Rajoy. Centenares de miles de trabajadores (cerca de un millón) agrupados en seis marchas distintas, confluían en la Plaza de Colón; miles de banderas de los sindicatos, organizaciones convocantes y republicanas, pancartas reivindicativas de los distintos sectores; gritos y consignas contra el Gobierno, exigiendo su dimisión, reclamando la convocatoria de una Huelga General…


¿Cómo respondió el Gobierno y sus lacayos a esta impresionante manifestación?: Con la soberbia provocadora de siempre: para el PP de la Comunidad de Madrid, la convocatoria reunió apenas a 65.000 manifestantes; de Guindos, insistía en su intención de continuar con los recortes; la prensa sumisa afirmaba contra toda evidencia que la participación había sido “menor de la esperada”. La palma se la llevó el diario “El Mundo”, del baboso reaccionario pedrojota. Su portada del domingo 16: “Sindicalistas acarreados en 850 autobuses, exigen un referéndum”. No cabe mayor desvergüenza.

Ignoran desdeñosamente el incendio social que se extiende por España, utilizan incluso el sarcasmo y la provocación a falta de razones para mantener la orientación de su política que está agostando el futuro de más de una generación de españoles. Pero tras estas muestras de soberbia, se esconde el miedo de las fuerzas oligárquicas: la ultra reaccionaria CIU que alardea de soberanismo mientras apuntala en el Parlamento la reforma financiera de Rajoy; el clerical PNV, confiado en su victoria en las elecciones vascas del próximo 21 de octubre y el PP, insultante y provocador frente a las protestas masivas de los últimos meses, dan la apariencia de un bloque monolítico, indestructible e inamovible. Pero este bloque hace aguas en sus respectivos feudos, ha perdido toda legitimidad ante la mayoría social.

El adelanto electoral en el País Vasco y Galicia, obedece fuera de toda duda a la urgencia del bloque oligárquico de “legitimarse” con las trampas de siempre, para aplicar con más tranquilidad los nuevos recortes, aún más duros, que le exige la UE imperialista.

El Gobierno sabe que sus ministros están quemados,que los Rajoy, Guindos, Santa María, Cospedal, etc han perdido todo el capital político que obtuvieron hace apenas diez meses, en noviembre pasado, bien es verdad que mintiendo y falseando sus verdaderas intenciones. Crece la seguridad de que Rajoy no termina la legislatura y por eso han comenzado ya, desde hace tiempo, los movimientos internos en el PP, en el que una parte de su dirección, lo mismo que sus medios de propaganda (la siniestra caverna mediática) no ocultan sus críticas cada vez más ácidas al Gobierno.

El problema que aqueja al campo popular, es otro: a pesar de que la situación objetiva invita y exige una alternativa de ruptura con este régimen miasmático, una gran parte de la izquierda aún no está madura; sigue confiando ciegamente en reconducir la situación y recuperar el consenso con la derecha, mientras todas las evidencia indican que la economía, los derechos sociales y políticos, el país entero, caminan hacia el desastre.

En la manifestación del 15 de septiembre, el color lo pusieron los trabajadores; también las consignas, la política y la firmeza; pero sus dirigentes mantuvieron la actitud gris y mediocre de siempre, las dudas, incertidumbres y miedos que les impide tomar la iniciativa.

Los Toxo, Méndez y compañía, denunciaron la ilegitimidad del Gobierno que mintió sobre sus verdaderas intenciones en la campaña electoral, pero se limitaron a exigirle que celebre un referéndum para que los ciudadanos opinen sobre las reformas. Eso está bien, pero ¿y qué si no lo convoca? (lo que parece probable, al menos para no sentar un precedente a futuro). Y, sobre todo, ¿qué otras medidas se apuntan? Ninguna; al contrario, los dirigentes oportunistas expresamente dijeron que la convocatoria de una nueva Huelga General, depende de Rajoy. Como si fueran necesarios más ataques para responder con la contundencia que merecen, a estos sinvergüenzas. Bien es verdad que las Huelgas Generales son un instrumento que debe manejarse con cuidado, pero a nadie se le escapa que su convocatoria serviría para unificar la movilización social sectorial hoy dispersa.

Es preocupante que la respuesta sindical siga dándose en el ámbito estricto de lo social, y aceptando los márgenes establecidos por un marco político que se queda cada vez más pequeño para desarrollar una política de progreso. No es de recibo que el principal sindicato de clase insista, por ejemplo, en que: cualquier proceso de reforma del modelo de Estado, que en su momento fue fruto de un amplio consenso recogido en la Constitución de 1978, debe ser igualmente resultado de un marco de acuerdo, como mínimo, similar y sometido a consideración de la ciudadanía..

Con todo, la principal responsabilidad en este estado de cosas le cabe a las organizaciones políticas de izquierda, unos, (IU) quieren aprovechar sin disimulo el desgaste del social liberalismo para ganar posiciones electorales. ¿Con qué objetivo?: el de continuar su vacío duelo cortesano y consensuado con una derecha que deriva a marchas forzadas hacia el fascismo sin ambages. Otros (los radical oportunistas) nos acusan de “etapistas”, ciegos como están de doctrina revisionista, porque trabajamos por la unidad popular, por la República como marco superior de lucha política.

Ningún dirigente de izquierda parece ver el desastre que se cierne sobre los trabajadores y los pueblos de España o, al menos, no mueven ni un dedo (cabría decir mejor que ponen todos los frenos posibles) para construir la unidad que pueda enfrentarse al bloque dominante, no para pactar con quien tiene intereses opuestos a la mayoría social, sino para acabar con el dominio de la oligarquía y sus lacayos.

Como señalara Engels, el puño de hierro puede golpear con guante de seda, pero debe golpear. La manifestación del 15 de septiembre fue una nueva prueba del poder popular, de la fuerza de sus organizaciones, de la justeza de sus objetivos sociales; pero también de sus debilidades, que se resumen en éstas: necesita perentoriamente unidad y objetivos políticos generales. Algo que la izquierda aún no parece dispuesta a asumir.



miércoles, 17 de octubre de 2012

Estamos por la paz

Comité Ejecutivo Central del Partido Comunista de Colombia (marxista.leninista) y EPL

Es la decisión que nuevamente reiteramos los comunistas colombianos al analizar los recientes hechos políticos nacionales y en especial el acuerdo suscrito por  las FARC-EP y el gobierno, en la Habana-Cuba, en el cual las partes se comprometen a discutir en los próximos meses una agenda de seis puntos con miras a dar fin al conflicto armado del país.
Consientes de las grandes limitaciones existentes en el país para la participación y desarrollo de un debate nacional frente al tema de la paz, saludamos las conversaciones que las FARC-EP y el gobierno iniciarán en el mes de octubre, como un paso adelante e importante en un debate que compromete a toda la sociedad colombiana, y frente al cual no seremos inferiores en la presentación de nuestros puntos de vista, propuestas y salidas de paz.
Comprometidos estamos con la noble causa de la paz y allí junto al pueblo, en todos los frentes de trabajo, en la huelga, el paro, la asamblea, la audiencia pública, la calle y en medio de la confrontación política persistiremos en desentrañar las verdaderas causas del conflicto, en denunciar las deformaciones estructurales del país, la dependencia y el atraso, las múltiples manifestaciones de sobreexplotación, despojo, desigualdad y exclusión política, así como las acuciantes demandas económicas, sociales y políticas de un pueblo que no desiste de su derecho de conquistar la paz con justicia social.
Participaremos de manera activa en el nuevo escenario político que se abre con el debate sobre la paz y el fin del conflicto, insistiendo en la movilización política, persuadiendo paso a paso a todos los luchadores populares, a los demócratas y a la izquierda, al pueblo y sus organizaciones de la necesidad de conquistar la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, de un amplio carácter y contenido democrático popular, en la que el pueblo como constituyente primario defina soberanamente una nueva Constitución Política, que establezca las bases de la paz con justicia social, en otras palabras un nuevo ordenamiento jurídico político que cierre las compuertas al neoliberalismo, la antidemocracia, la dependencia y la exclusión social y política, verdaderos genes de la guerra y el atraso del país.
En esa vía redoblaremos los esfuerzos por la construcción de un gran Frente Político de Masas, que como herramienta importante de los demócratas, los revolucionarios y la izquierda se oponga a la profundización de la guerra, a los bombardeos, a la práctica estatal de exterminio de la oposición política, a la criminalización de la protesta social y anime la lucha por un verdadero cambio social.
Estamos por una verdadera solución política al conflicto político, económico, social y armado en el país, asunto que ligamos estrechamente a la lucha del proletariado y el pueblo por cambios estructurales de fondo que eliminen las condiciones de sobreexplotación, despojo, desigualdad y exclusión. En ese sentido, con la existencia o no de las guerrillas, seguiremos reafirmando posiciones y salidas políticas que destaquen la inevitabilidad del uso de la violencia revolucionaria, la necesidad de preparar la insurrección popular armada y desarrollar nuestra línea militar para acumular fuerzas hacia el poder.
Destacando la posibilidad de alcanzar cambios, aún así sean parciales, en la situación de las masas y el país, esperamos que las conversaciones entre las FARC-EP y el gobierno aseguren debates de importancia para el pueblo y la nación, y abran espacio a las iniciativas planteadas por el ELN y el EPL sobre una eventual participación en estos diálogos. Valoramos las posibilidades de alcanzar un cese bilateral de fuegos -con verificación internacional de los acuerdos- para aliviar a las masas campesinas de los bombardeos indiscriminados y del asedio a los luchadores populares del campo y la ciudad, y permita afianzar la aplicación del DIH para frenar la degradación del conflicto.
Destacamos los esfuerzos que hoy realizan diversidad de organizaciones sociales y políticas en el desbroce y unificación de una agenda a presentar y discutir con el gobierno sobre la paz que necesita Colombia.
Marchamos buscando la objetividad y la identificación de las tendencias y contra-tendencias del cambio; por ende no nos hacemos ilusiones frente a los resultados de los nuevos acontecimientos. La experiencia nos ha demostrado que el conflicto no es un asunto fácil que se resuelve sólo con la buena voluntad de las partes, pues éste comprende y hace parte de la confrontación política y social que se desarrolla en el país.
En esos términos resulta obligatorio alertar al pueblo y todos los luchadores sobre los posibles alcances de la maniobra y los objetivos en que está empeñado este gobierno. Santos no es un demócrata porque aceptó los diálogos; tanto este gobierno como la burguesía que representa no han renunciado a la guerra anti popular, ni al terrorismo de Estado, como tampoco al proceso de fascistización como esencia del régimen autoritario y centralista vigente en Colombia. Por ende resulta importante advertir la existencia de cambios en la táctica y los métodos para confrontar al pueblo y todas las fuerzas democráticas y revolucionarias, en la vía de imponer el fascismo y desarrollar la contra revolución preventiva.
En otra perspectiva los esfuerzos de este gobierno no escapan a su interés de “sanear” el país para hacerlo más atractivo a los ojos de su locomotora minero energética, las grandes multinacionales e inversionistas extranjeros.
A pesar de ello, y siendo consecuentes con el momento histórico, los ideales e intereses de la clase obrera y el pueblo, los amantes del cambio afrontaremos este nuevo estadio de la lucha de clases presionando, y en medio de los diálogos gobierno-guerrilla, con la unidad del pueblo los cambios democráticos y antiimperialistas que por más de cincuenta años reclama la nación entera.

De corrupción está empedrado el camino al rechazo popular

Por: Opción

Lo que las leyes NO prohíben, puede prohibirlo la honestidad
Lucio Anneo Séneca

La denuncia del préstamo de 800 mil dólares que le diera el banco COFIEC, de propiedad del Estado, en menos de 5 días, en diciembre del 2011, a un ciudadano argentino: Gastón Duzac, hoy desaparecido, y que debió ser cancelado en los 6 meses posteriores, destapó una olla de grillos que se regó y salpicó a varias entidades estatales y a sus cabezas.
De las investigaciones realizadas por medios y asambleístas se desprenden los vínculos del deudor con los máximos representes del gobierno, principalmente Pedro Delgado, presidente del Banco Central y primo del primer mandatario, y las fraudulentas acciones para conseguir dicho crédito e involucrar a empresas incautadas y administradas por el Estado.
En contracorriente, el presidente Rafael Correa en varias ocasiones ha salido públicamente para desacreditar a los medios de comunicación que mostraron los vínculos de Gastón Duzac y Pedro Delgado. Aseveró no conocer al argentino, sin acordarse de la existencia de fotografías donde él (Correa) aparece junto a Duzac; que según los denunciantes demostrarían una amistad, o por lo menos una relación cercana, que le sirvió al argentino para obtener ese jugoso préstamo.
En este tema, el monto del préstamo no es realmente el problema, sino la corrupción, que atrapa seductoramente a todas las cabezas visibles del Estado y que afecta económica, social y políticamente a todo el país. Si no cómo explicar el caso del sobreprecio en la adquisición de las ambulancias, donde se le perjudicó al país con 1 millón 840 mil dólares, y la responsabilidad del sobre precio en la compra de los 150 mil tratamientos del Tamiflu (para la gripe AH1N1); en los dos casos la ex ministra Caroline Chang fue exenta de toda culpa, misma que recayó sobre funcionarios de mandos medios.
En este mismo sector (salud), en los últimos 5 años, a través de decretos presidenciales se dieron más de una decena de emergencias, que costaron al país más de 406 millones dólares, y no hay resultados; la muerte de los neonatos en distintas provincias, debido al precario estado de las unidades médicas y a la ineptitud del ministro David Chiriboga , que fue denunciada por el asambleísta emepedista Francisco Ulloa. También están los bochornosos videos del ex ministro de Deportes, Raúl Carrión, que se comió cheques para borrar las evidencias del delito. Sin olvidar que quedaron suscritos contratos con sobreprecio en la construcción de instalaciones deportivas que hasta la fecha no existen.
En el caso de los contratos con la empresa de Fabricio Correa, hermano mayor del presidente de la República, según el informe de los veedores del caso y publicado por ANDES, agencia del gobierno, se estaría perjudicando al Estado en 140 millones de dólares; contratos que según el primogénito de la familia presidencial y los veedores fueron suscritos con pleno conocimiento del Presidente. Los escándalos por corrupción de los allegados del gobierno, que solo el presidente se niega a verlos, también constan en la larga lista de este tipo de hechos, como la famosa renegociación de los contratos petroleros, la entrega de las joyas de la corona, perjudicando al erario nacional en millones de dólares, vulnerando la soberanía ecuatoriana.
En este ámbito consta también el archivo del polémico caso Palo Azul, a cargo del actual Fiscal General del Estado, y en el que el país perdió más de 2 mil millones de dólares, gracias a algunos funcionarios que están enquistados en esa cartera de Estado hace décadas y otros en el actual régimen. No se puede olvidar el reciente negociado en la entrega de los campos Culebra, Yulebra y Anaconda a una empresa fantasma.
En el caso del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), su director, Ramiro Gonzalez, gran amigo de Correa, ha hecho y desecho de la institución y de los recursos de los afiliados, a pretexto de mejoramiento de la entidad; las denuncias oportunas que hizo el asambleísta Linder Altafuya del MPD sobre el pago excesivo por el servicio de CALL CENTER que sigue deficiente. La compra de equipos con sobreprecio; el gasto de 450 mil dólares en la inauguración de la Clínica San Francisco, del IESS, en Carcelén, denuncia que la hicieron asambleístas y medios de comunicación.
El escándalo por el envío de 40 kilos de droga a Italia, a través de la valija diplomática, hasta estos días no se resuelve, pues el Canciller es quien autoriza el contenido y solo están presos funcionarios ecuatorianos de segundo orden.
El tráfico de influencias, otro brazo de la corrupción.El tráfico de influencias, otro brazo de la corrupción, se hizo evidente en la famosa "Metida de Mano en la Justicia", con el nombramiento por demás dudoso del trío de la Justicia en el Consejo de la Judicatura; en el oscuro concurso para nombrar a los jueces de la Corte Nacional de Justicia y la designación ilegítima del Fiscal General de la Nación, Galo Chiriboga, primo del Presidente Correa. En esa misma línea está la actual designación de los jueces de la Corte Constitucional, donde existen allegados al régimen, como es el caso del Dr. Antonio Gagliardo, hermano del asambleísta oficialista Gastón Gagliardo, famoso por excusarse del caso "Chuqui seven", que involucra al juez Juan Paredes, en la causa del Diario Universo.
La Diosa del Olimpo, como la calificó Correa a la ministra Marcela Aguinaga, también se vio envuelta en el escándalo de la "desaparición" de los 5 millones de dólares de las arcas del Ministerio de Ambiente; en el que subalternos de absoluta confianza de la personera fueron apresados por esta causa.
La protección al padre del Ministro Jorge Glass, presunto culpable de violar a una menor, fue otro tema que ha exasperado la paciencia del mandatario, por la difusión del caso en los distintos medios de comunicación. Estos casos visibilizan que los tentáculos de la corrupción atraparon al gobierno y el doble discurso de sus representantes, que en lugar de investigar y sancionar a los verdaderos responsables, buscan chivos expiatorios para responsabilizarlos de estos hechos al interior de las entidades y así silenciar forzosamente a quienes debelan estos actos vergonzosos a través de investigaciones serias y contundentes.
Los periodistas son el blanco del régimen, están en la mira de los grupos de poder, el dedo del poder apunta a los profesionales que han denunciado el amarre, el compadrazgo y la corrupción de las élites, irrespetando el derecho a estar bien informados. Este régimen ha ultrajado a los profesionales de la comunicación tildándoles de "sicarios de la tinta", "prensa corrupta" y demás epítetos; Jannet Hinostrosa de Teleamazonas y su familia fueron amenazados por el caso Duzac. Pero también están Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita, los dos últimos autores del libro "El Gran Hermano", que fueron demandados por el Presidente Correa por denunciar y publicar los contratos de Fabricio Correa. Debido a las investigaciones del asambleísta Klever Jiménez y su asesor Fernando Villavicencio sobre la chequera móvil de Duzac, y que fueron publicadas en la Revista Vanguardia, y replicadas por la Federación de Trabajadores Libres de Pichincha (Fetralpi), la Fiscalía dispuso la indagación previa para los denunciantes, así como para la organización sindical; acciones que OPCION repudia y se solidariza con los tres afectados.
Diana Atamaint, acusada de injuriar a la Ministra de Aguinaga, por el desvío de los 5 millones de dólares de las cuentas del Ministerio del Ambiente, es otro caso que afecta a los dirigentes políticos de la oposición. La legisladora manifiesta que "todas estas acciones son fruto del miedo y la desesperación del presidente, y por eso desacredita y ordena en sus enlaces el enjuiciamiento a los líderes de izquierda; también implanta esa política de miedo y terror para que no le cuestionen o enfrenten, pero se equivoca en su estrategia". Añade: "detrás de los asambleístas y líderes sociales hay bases que respaldan y pueden tomar la posta, continuar en la lucha en defensa de los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos, además no le tenemos miedo, no ocultamos nada". Culmina comentando que solo se cumple con el debido proceso modificado por el presidente Correa, que consiste en: Sabatina, Demanda y Cárcel, de ahí que nada espera de la justicia porque solo se cumple órdenes.
Todos coinciden en acciones legales ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para hacer que se respeten los derechos y libertades violentadas en el Ecuador.

Asi Somos