miércoles, 23 de abril de 2008

EL ROCK ECUATORIANO...













Emerge rebelde y contestario ante la tragedia

En medio del dolor que enluta a muchas familias ecuatorianas, a consecuencia del voraz incendio en la discoteca “The Factory”, al sur de Quito, cabe hacer unas apreciaciones del movimiento roquero en el Ecuador con sus características underground, rebelde y contestatario.

Como muestra de una cultura anti sistema el rock y sus distintas corrientes (Heavy, Death, Black, etc), enfoca su identidad en contra de la opresión cultural y trata de transgredirlo a toda costa. Mediante sus líricas y música eleva su irreverencia. En medio del siniestro afloran los siguientes elementos:

· El acceso a espacios para generar cultura está vedado para medio mundo, se ha elitizado el acceso al teatro, cine, conciertos y la recreación en general. Con equivocadas políticas municipales y estatales no se permite desarrollar a todo un contingente humano ávido de expresar sus muestras o producciones artísticas.
· Escasean los espacios donde se pueda desarrollar estas muestras para todas las culturas urbanas, arriendos inalcanzables por que esos sitios en vez de promocionar el arte el deporte y cultura se han hecho sitios de lucro; seguridad y calidad se ven disminuidas para abaratar costos y un evento rokero tiene que verse forzado a realizarse en tugurios sin ninguna garantía.
· La seguridad mostró su lado sombrío, con desdén nos enteramos que para cada concierto organizado, garantizar la presencia de la Policía costaba USD 8 por casco, y USD 10 por cada miembro de la “Defensa Civil”, la seguridad de los asistentes depende de que tan bien le pueda ir al organizador del evento para gastarse unos sucres en resguardo.
· El control por los organismos municipales han demostrado su total incapacidad en la inspección de lugares de recreación pública. La planteada renuncia del alcalde de Quito, Paco Moncayo, evidenciaba esa incapacidad de prevención, que ya lo demostró con el hundimiento de parte de la autopista en el sector de “El Trébol”. Ahora es necesario que el Municipio asuma su responsabilidad con los fallecidos y los familiares de los sobrevivientes y establezca las indemnizaciones en cada caso.


Esta tragedia ha permitido observar como el capitalismo hipócrita, manipulando mediante el conservadurismo y la ignorancia de los medios de información pública, justifica desfachatadamente la explotación de los trabajadores y a personas como el industrial textil antipatria Mauricio Pinto, en cambio condena a todo un conjunto social de melenas al viento, amante de una forma de vida que incluye un tipo de música que denuncia la exclusión, la dominación imperialista y también le canta al amor con una sensibilidad propia. Son seres como todo el mundo, activistas y luchadores sociales , padres y madres de familia, hijos, tias, etc., señalados como peligrosos, de igual manera que el movimiento insurgente, lo único que les diferencia es su gusto musical, sus ganas de implantar una sociedad mas justa, incluyente y su inclaudicable determinación de combatir el sistema y la opresión imperialista.

1 comentario:

K-OZ dijo...

bien, parece que todas las fuerzas
de la juventud son también fuerzas
potenciales de una revolución en la tierra andina ecuatorial
mucho mejor si estas se orientan
hacia una crítica desde lo local
y ancestral comunitario, al modo de ser capitalista en todas sus formas alienantes, prejuciosas e individualistas

saludos

Asi Somos