El Ejército de Israel inició ayer la invasión terrestre de Gaza, según testigos en el norte de este territorio palestino, que precisaron que escuchaban desde sus viviendas el motor de tanques y vehículos blindados que comenzaron a entrar en la zona.
Estos testimonios se produjeron minutos después de que las televisiones israelíes Canal 1 y Canal 2 suspendieran su programación para informar del inicio de la operación terrestre.
La invasión tuvo lugar después de que el Ejército empleara ayer por la tarde fuego de artillería por primera vez durante esta ofensiva. Durante esta semana, Israel ha concentrado a cientos de tanques y vehículos blindados en los accesos a Gaza.
Un comunicado del Ejército sionista señaló que la ofensiva terrestre «durará varios días».
La agencia palestina Ma'an informó de que milicianos palestinos se enfrentaron a tiros con los invasores israelíes.
El primer fallecido por la ofensiva terrestre fue un niño del barrio de al-Zeitun de la ciudad de Gaza, que recibió el impacto de un obús disparado desde un carro blindado. Otras once personas resultaron heridas. Otro niño murió en un orfanato en ar-Rimal. Asimismo, los primeros partes médicos informaban de numerosas personas heridas por obuses de carros de combate en Beit Lahya.
La televisión israelí señaló que decenas de milicianos palestinos habían muerto combatiendo con los blindados israelíes. Hamas, por su parte, informó de que sus milicianos habían conseguido cobrarse bajas israelíes. «Están entrando despacio porque encuentran resistencia», destacó Hamas. Este extremo fue desmentido por Israel.
Una de las primeras zonas gazatíes en padecer la invasión israelí fue el campo de refugiados de Jabaliyah, donde por la tarde, murieron al menos 16 palestinos, cuatro de ellos niños, en un ataque aéreo a una mezquita.
Las víctimas se encontraban en la mezquita Ibrahim al-Maqadmé en el momento de la oración cuando los aviones israelíes atacaron el edificio, precisaron los testigos.
Otras cuatro personas murieron en otro ataque aéreo llevado a cabo en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza.
Tras el inicio de la ofensiva terrestre, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, señaló que Israel es «un país amante de la paz, pero Hamas no nos ha dejado otra opción».
Barak añadió que, pese al ataque a Gaza, Israel tiene cubierto el flanco norte, en su frontera con Líbano, en la que se interpreta como una advertencia a Hizbullah para que no lance un ataque contra Galilea aprovechando el trasvase de tropas israelíes al sur.
El general Yoav Galant es el encargado de dirigir la invasión terrestre contra Gaza. El Ejército advirtió de que «cualquier que esconda armas o a un terrorista en su casa será considerado como un terrorista». Israel ha movilizado a decenas de miles de reservistas.
«Nuestros hombres lucharán hasta la última gota de sangre y nunca se rendirán», proclamó Ezzedin al-Qassam, brazo armado de Hamas.
Movilizaciones en Europa
Miles de personas salieron ayer por la tarde a la calle en las principales ciudades europeas para denunciar la ofensiva israelí contra Gaza. Una de las principales movilizaciones se registró en París, donde más de 25.000 personas se manifestaron para pedir el fin de las hostilidades y sanciones a Israel.
«Todos somos Palestina, Israel asesino» o «Gaza, Gaza, estamos contigo» fueron algunos de los eslóganes que se corearon en la capital francesa.
«La comunidad internacional es hipócrita. La política de Sarkozy es cómplice», declaró Olivier Besancenot, líder del NPA, que acudió a la manifestación de París, al igual que la dirigente del PCF Marie-George Buffet.
Manifestaciones similares se registraron en otras ciudades del Estado francés, especialmente en Lyon (15.000) y Marsella (también 15.000).
En Londres, los manifestantes formaron uno de los cortejos más importantes registrados en la capital inglesa desde las protestas contra la guerra de Irak. La coalición Stop The War [Parad la guerra] estimó la asistencia en 60.000 personas. La cantante Annie Lennox o al antiguo alcalde laborista de Londres, Ken Livingston, se encontraban entre los manifestantes.
Durante la marcha, se lanzaron zapatos contra la verja que cierra el acceso a Downing Street, la calle en la que reside el primer ministro británico, Gordon Brown, para denunciar la posición de su Ejecutivo.
La ciudad inglesa de Manchester y la escocesa de Glasgow también acogieron movilizaciones en apoyo a los palestinos.
En Amsterdam, 5.000 personas desfilaron con banderolas que reclamaban el boicot a los productos israelíes. La Policía neerlandesa informó de que dos personas fueron detenidas, ya que portaban pancartas en las que se comparaban los ataques israelíes con el holocausto cometido por los nazis.
En el Estado español, la movilización más numerosa se registró en la ciudad rifeña de Melilla, donde 20.000 personas se manifestaron.
Formaciones políticas como el PSOE o Coalición por Melilla, del ex presidente melillense Mustafá Aberchán, y sindicatos como UGT y CCOO apoyaron esta convocatoria. Un grupo de jóvenes lanzó piedras contra la sede de la Delegación del Gobierno español en Melilla, quemó banderas de EEUU e Israel e hizo llamamientos a la yihad.
En Tel Aviv, miles de personas se manifestaron tras la invasión en la plaza Rabin, portando kefiyahs (pañuelos palestinos) y banderas israelíes y palestinas unidas, coreando consignas como «Barak, ¿cuántos niños has matado hoy?». Frente a ellos, 600 mostraron su apoyo a la invasión terrestre contra Gaza con gritos como «Ejército, estamos con vosotros».
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