miércoles, 14 de mayo de 2008

Mayo del 68

Mayo del 68: ¿El último suspiro de una Utopía?

El Mayo francés representó una demostración de la poderosa fuerza revolucionaria que tiene la clase obrera, que puesta en marcha es capaz de cuestionar el control de la burguesía en un país capitalista desarrollado. Esta idea fundamental quedó de manifiesto el 31 de diciembre de 1968 cuando el general De Gaulle concluía su mensaje de fin de año con un deseo: "Enterremos finalmente a los diablos que nos han atormentado durante el año que se acaba".

Un reclamo estudiantil, la chispa que encendió el mayo del 68...

El 3 de mayo de 1968 la Sorbona de París bullía por la agitación estudiantil. Dos días antes los estudiantes de Nanterre habían intentado participar en la manifestación obrera. El 2 de mayo la universidad de Nanterre fue cerrada por las autoridades, a la vez que se abría un expediente a Daniel Cohn-Bendit, portavoz más conocido del Mouvement 22 mars. Al día siguiente los estudiantes se concentraron en el patio de la Sorbona para protestar contra el cierre y por la comparecencia de ocho estudiantes ante el consejo de disciplina. El rector llamó a la policía y el edificio fue desalojado. Los estudiantes invadieron el Barrio Latino y en la noche del 3 al 4 de mayo las calles se llenaron de barricadas y enfrentamientos con la policía. Había nacido el mayo del 68.

Entre el 3 y el 11 de mayo la revuelta se extendió a lo largo y ancho de las calles del Barrio Latino. Fue un movimiento espontáneo, motivado por la acción de las autoridades académicas y de la policía. A partir del 6 de mayo la UNEF y el sindicato de la enseñanza superior SNE-sup, así como el movimiento de acción universitario y los primeros comités de acción, comenzaron a dirigir y organizar el movimiento. Durante todo el día París estuvo ocupado por las manifestaciones estudiantiles. Los comités de acción de enseñanza media declararon la huelga en los liceos. Tras una noche de enfrentamientos con la policía, una manifestación de más de 50.000 personas recorrió el centro de París desde el Barrio Latino hasta l´Etoile. A lo largo de estos días los portavoces más significados del movimiento estudiantil fueron Jacques Sauvageot, de la UNEF, Alain Geismar, del SNE-sup, y Cohn-Bendit, del 22 de marzo. Las reivindicaciones de estos primeros días se centraban en la liberación de los estudiantes encarcelados, la reapertura de la Sorbona y la retirada de la policía del Barrio Latino

Ante la persistencia de la agitación estudiantil, el 13 de mayo las grandes centrales sindicales: CGT, FEN, SNE-sup, FO, CFDT y CGC llamaron a la huelga general bajo el lema "alto a la represión, libertad, democracia, viva la unión de obreros y estudiantes", llamamiento apoyado por el PCF, la FGDS y el PSU. Ese día cientos de miles de personas se manifestaron por el centro de París. Aquella noche en un mitin, Cohn Bendit declaraba "¡me ha divertido bastante desfilar junto a los crápulas estalinistas!". Frase que podría sintetizar la ambivalencia del mayo del 68 entre las reivindicaciones y las formas de actuación de los estudiantes.

Un desafío al autoritarismo...

El 14 de mayo, los obreros de la Sud-Aviation de Nantes ocuparon la fábrica. Se abría una nueva dinámica en la que sectores del mundo obrero se incorporaban a la revuelta inaugurada por los estudiantes. El 16 de mayo una concentración de los trabajadores de Renault-Billancourt marcaba el punto de inflexión en la dimensión del movimiento de protesta. Las huelgas y ocupaciones dejaron de ser exclusivamente patrimonio de los estudiantes para extenderse también al mundo fabril.

El 20 de mayo Francia se encontraba paralizada, hasta el extremo de llegar a escasear los artículos de primera necesidad, la gasolina y el suministro eléctrico. Durante esos días se produjo un auténtico vacío de poder. De Gaulle, el gobierno y los partidos tradicionales, incluido el PCF, estaban desbordados por una situación cuyas raíces y dimensiones no llegaban a comprender. El 23 de mayo, Cohn-Bendit fue expulsado de Francia bajo la excusa de su origen alemán. Simultáneamente, las dos grandes centrales sindicales la CGT y la CFDT, presentaron un programa común, que trataba de reconducir la revuelta a las dimensiones de una protesta normalizada, centrado en toda una serie de reivindicaciones salariales y laborales. A pesar de ello la revuelta todavía no fue desactivada.

El 25 de mayo, sindicatos, organizaciones empresariales y gobierno firmaron los acuerdos de Grenelle, que recogían mejoras salariales, la aprobación de un salario mínimo garantizado y el reconocimiento de ciertos derechos sindicales. Dichos acuerdos fueron inicialmente rechazados por los trabajadores en huelga. Se ponía de manifiesto la fractura entre las organizaciones obreras tradicionales y un movimiento en el que habían participado a su pesar, y siempre a remolque de los acontecimientos. El 29 de mayo, la CGT convocó una manifestación bajo el lema "por un cambio político de progreso social y de democracia". Al día siguiente, De Gaulle disolvía la Asamblea Nacional y convocaba elecciones, con el objeto de salir del impasse provocado por el vacío de poder, reto que fue aceptado por la izquierda tradicional. Ese mismo día los gaullistas salían a la calle, manifestándose por los Campos Elíseos.


La Sorbona es tomada por los estudiantes...

A partir de este momento la situación empezó a normalizarse. El 12 de junio se prohibieron todas las manifestaciones y los grupos de la extrema izquierda fueron disueltos por decreto. El 16 de junio, los estudiantes volvieron a las aulas de la Sorbona.

Francia había estado al borde del abismo. Mayo del 68 había actuado como el crisol en el que se fundieron todos los síntomas del malestar que arrastraba la sociedad francesa. De una parte, la nueva conciencia social de determinados sectores de las nuevas clases medias atraídas por las tesis tercermundistas que habían ido cristalizando desde el conflicto de Argelia y que habían encontrado su proyección en la guerra de Vietnam. De otra, el creciente distanciamiento de amplios sectores de la sociedad francesa, respecto del régimen paternalista y con acendrados ribetes autoritarios del general De Gaulle; pero también el alejamiento respecto de una izquierda tradicional, representada paradigmáticamente por el PCF, anclada en una posición acomodaticia donde se combinaban sin solución de continuidad una retórica de la transformación social con la plena aceptación del estatus político y social.

Además, los nuevos valores asociados a la sociedad del bienestar, representados por las demandas de aspiraciones de unos universitarios masificados, hijos de las clases medias, que habían nacido y crecido en la floreciente sociedad de consumo, representaban una ruptura generacional que cuestionaba no sólo el orden social sino también el discurso y la práctica de la izquierda tradicional. Mayo del 68 fracasó como revolución, pero transformó la sociedad francesa. Cuestiones tales como el reconocimiento de los derechos de la mujer, la liberalización de las costumbres, la democratización de las relaciones sociales y generacionales, la destrucción del autoritarismo en la enseñanza... cristalizaron en las calles de París.

Muchos miles tomaron las calles... ¡los obreros no tardaron en sumarse!

Los sucesos de 1968, tanto del mayo francés como de Checoslovaquia, dejaron importantes secuelas en la izquierda occidental a corto y medio plazo. En los partidos comunistas occidentales acentuaron el distanciamiento respecto de Moscú, particularmente del PCI y del PCE, dando lugar al eurocomunismo, que mediante la fórmula del compromiso histórico trataban, respectivamente, de abrir las puertas a un gobierno con los democristianos en Italia y articular un amplio acuerdo político capaz de poner fin a la dictadura franquista. La plena aceptación del marco democrático significaba la definitiva renuncia a la estrategia revolucionaria abierta por los bolcheviques en 1917, con ello no sólo se alejaban del modelo soviético también trataban de responder a las transformaciones acaecidas en las sociedades industrialmente avanzadas, mediante la teoría de la revolución científico-técnica.

A pesar de ello, amplios sectores sociales comprometidos en los movimientos del sesentayocho mostraron abiertamente sus recelos respecto de los partidos comunistas occidentales por la combinación de varios factores: la invasión de Checoslovaquia representó la definitiva ruptura con el modelo soviético para la nueva izquierda; mientras que las vacilaciones y tibieza, cuando no abierta hostilidad, con las revueltas del 68 de dichos partidos les alejaron de los grupos más comprometidos. A corto plazo, condujo a una reafirmación en los postulados del izquierdismo, basados generalmente en el marxismo-leninismo, el trotskismo o el maoísmo.

El fracaso de las revoluciones del 68 respondió, a juicio de los grupos izquierdistas, a la ausencia de una organización capaz de dirigir el proceso revolucionario, dada la traición de la izquierda tradicional. Por ello, la tarea del momento residía en construir el partido de la revolución. En Francia, miembros de la disuelta Unión de Juventudes Comunistas (marxista-leninista) -UJC (m-l)-, del movimiento 22 de Marzo y del movimiento estudiantil fundaron la Gauche Prolétarienne, que contó con las simpatías de Sartre y Maurice Clavel, hasta que el 25 de junio de 1970 fue prohibida por el Gobierno; los trotskistas se reorganizaron en la Ligue Communiste liderada por Alain Krivine, la Alliance des Jeunes pour le Socialisme (AJS) y Lutte Ouvrière; en abril de 1973 aparecía, bajo la dirección de Sartre, el periódico Libération que trataba de expresar las sensibilidades crecidas al calor del Mayo del 68.


La nueva izquierda italiana de los años setenta fue la más sugerente y renovadora de los grupos surgidos tras las cenizas de las revueltas del sesentayocho, animando y, en muchos casos, anticipando los planteamientos, de los nuevos movimientos sociales de los setenta y ochenta, como el feminismo, el ecologismo y el pacifismo. A medio plazo, el izquierdismo se reveló como un camino que miraba más hacia el pasado que hacia el futuro. Su fracaso se manifestó en la permanente fragmentación de unos grupos que difícilmente salían de la marginalidad política y social. La frustración de las esperanzas en el pronto estallido de la revolución llevó a algunos, influidos por la mitificación de las luchas guerrilleras del Tercer Mundo, a postular estrategias de guerrilla urbana que desembocaron en varios países en la formación de grupos terroristas, como las Brigadas Rojas en Italia o el RAF -fracción del ejército rojo- en la República Federal Alemana, durante los años setenta.

Mayo del 68 dejó tras de sí un poso ambivalente. En el decenio de los setenta varios factores confluyeron en el declive temporal de las protestas que habían atravesado las sociedades opulentas. De una parte, la derrota de las revueltas del 68, más aparente que real por lo que se refiere a determinados aspectos de los nuevos valores postmaterialistas de las que eran portadoras, provocó un reflujo de la dinámica de la protesta de los sesenta, manifestado en la progresiva marginalidad de los grupos herederos del sesentayocho. De otra, el cambio de las expectativas, fruto del estallido de la crisis de los setenta, que puso en cuestión el optimismo en un crecimiento sostenido a raíz de la publicación del primer informe del Club de Roma en 1972, bajo el paradigmático título los límites del crecimiento. Un año más tarde la primera crisis del petróleo resquebrajaría la fe en un Progreso material ilimitado, ofreciendo fuertes argumentos al incipiente movimiento ecologista.

Los acontecimientos de mayo del 68 se dieron en marco de una situación económica deteriorada, que provoca una reacción de la clase obrera, las factores que cpntribuyerona la radicalización fue: la ciolena represión contra los estudiantes y las manifestaciones obreras, la Guerra de vietnam , lo smitos del capuralismo post-guerra, prosperidad económica,etc.

asi es como nacion una generación de militantes en busqueda de las posciones revolucionarias. Leen a Marx, a Lenin, estudian el movimiento obrero. Pero lamentablemente se pierden en el sindicalismo maejado por la burguesia que los orienta a posiciones reaccionarias y que no favorecen a un proceso revolucionario de cambio.

Este contenido ha sido elaborado en base a textos e imágenes de las páginas citadas a continuación:




http://www.ucm.es/info/hcontemp/leoc/verdes.htm - "Los mayos del 68"
http://www.engels.org/marxismo/marxis4/Mar_6_4.htm

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