(tomado de http://www.pcmle.org/EM)
La existencia de un partido numeroso y de alta calidad es condición indispensable para el triunfo de la revolución social del proletariado.
Contar con un partido grande y calificado es una tarea que nos hemos
impuesto los marxista leninistas ecuatorianos. No es solo nuestra
aspiración, sobre todo es una necesidad básica para el triunfo de la
revolución.
En el análisis de los factores o condiciones
indispensables para que una revolución social pueda resultar
triunfante, la existencia de un partido marxista leninista -lo
suficientemente desarrollado en todos los aspectos, que le permitan
dirigir la lucha de las masas hacia los objetivos de la toma del poder y
la construcción del socialismo- destaca como elemento irremplazable.
Por ello, y por el compromiso que el PCMLE tiene con el
triunfo de la revolución ecuatoriana, trabajamos para que nuestra
organización se desarrolle en todos los aspectos y, de esta manera, la
clase obrera cuente con el instrumento político que le lleve hacia la
liberación social.
Y hablamos de desarrollo en todos los aspectos, puesto
que el partido del proletariado debe ser mirado y entendido
multilateralmente, es decir, en sus aspectos cuantitativos y
cualitativos.
La teoría leninista sobre el partido, al referirse a la
construcción del mismo no restringe ese concepto exclusivamente al
reclutamiento de nuevos militantes; la construcción es un hecho
integral, una acción que topa aristas de índole ideológico, político y
organizativo. En otras palabras, cuando hablamos de la construcción de
la vanguardia revolucionaria actuamos o tomamos medidas para que esos
aspectos se desarrollen en calidad y en cantidad, según el caso.
Ahora está en curso una campaña de reclutamiento a
nuestras filas: queremos ser más, necesitamos ser más. Sin embargo, este
importante trabajo tiene implicaciones diversas porque demanda, por
ejemplo, crear las condiciones políticas o el escenario concreto que
facilite este trabajo. ¿Cuál es ese escenario? El accionar político de
las masas y la lucha de éstas por sus derechos y reivindicaciones.
Con frecuencia, al interior de nuestras filas se señala
que no es posible construir el partido en frío, sino que debe hacérselo
al calor de la lucha de las masas, lo que es completamente cierto. Pero,
sin duda alguna, no es posible tener al pueblo todos los días en
acciones callejeras, en paros o huelgas, de manera que ese señalamiento
debe ser adecuadamente entendido. La lucha de las masas tiene niveles y
características que responden a condiciones específicas.
La presión en torno a un pliego de peticiones, la
resistencia a una medida del gobierno, la confrontación a posiciones
políticas reaccionarias de la derecha y el imperialismo, la
participación electoral, etc. son formas de hacer acción política y de
enfrentamiento a los enemigos del pueblo. Ser partícipes de esas
acciones es fundamental para encontrar a los sectores más avanzados de
las masas, a los más destacados, a los que tienen las condiciones
básicas para asumir la militancia comunista. Pero el ser partícipe no
significa que debamos “esperar” que esas manifestaciones se produzcan
fuera de nuestro quehacer, que por cierto hay muchas de ellas que así se
producen, sino que en cada uno de nuestros sectores de trabajo debemos
agitarlas, provocarlas, organizarlas. Solo así estamos creando el
escenario propicio para nuestro crecimiento.
El partido crece en la lucha, pero crece también si sus
militantes tienen la capacidad suficiente para persuadir a los
trabajadores y a la juventud de que la política que pregonamos es
correcta e indispensable para conquistar la liberación social y
nacional. Esto nos pone por delante otro elemento: necesitamos
militantes lo suficientemente instruidos en la teoría general (el
marxismo) y en la política de nuestro partido (marxismo aplicado a la
realidad concreta) para ganar a las masas a las posiciones
revolucionarias.
Recapitulando podemos decir que nos proponemos crecer,
para lograrlo necesitamos generar un escenario propicio en el que pueda
florecer y crecer la acción y la lucha política de las masas, y
necesitamos militantes con capacidad teórica y política que puedan
dirigir ese accionar político y convencer a las masas de la necesidad de
la revolución.
No son todo los aspectos que implica el trabajo de construcción del partido, pero posiblemente los más sobresalientes.
“Nos proponemos crecer, para lograrlo necesitamos
generar un escenario propicio en el que pueda florecer y crecer la
acción y la lucha política de las masas, y necesitamos militantes con
capacidad teórica y política que puedan dirigir ese accionar político y
convencer a las masas de la necesidad de la revolución”.
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